Las empresas se la rifan como imagen y ella hace caja. 'The Times' la llama ya «genio de los negocios»
Acualquier mortal que le dicen que lo desheredaran de un 'pico' de más de 262 millones no se le ocurre pavonearse por las fiestas de medio mundo con una sonrisa de oreja a oreja, como si nada hubiese ocurrido. Pero Paris Hilton está hecha de otra pasta... Sabe hacer pasta, y no precisamente italiana. A sus 29 años, esta joven de perfecto bronceado ha hecho de su nombre una marca de lo más rentable. Ingresa millones con la misma facilidad que otros ingresan euros. No ha pasado por la universidad, pero su caso es digno de estudio en las principales escuelas de negocio. Hasta 'The Times' se rinde ante ella y la denomina «genio de los negocios». Y eso que las matemáticas no eran lo suyo.
«Soy la prueba viviente de que las rubias no son tontas», proclama a los cuatro vientos. Y tiene razón. Pese a esa imagen frívola que ofrece y el excéntrico ritmo de vida que lleva, las marcas se la rifan, y eso que los escándalos le llueven a pares... o los busca. Las ofertas de contratos se le multiplican y ni siquiera el hecho de haber sido detenida por posesión de drogas le ha influido negativamente. ¿El secreto de su éxito comercial? Logra estar en los medios día sí, día también, haga lo que haga. Además, vende como nadie sus marcas, a las que da ese toque de lujo transgresor que se ha convertido en su sello de identidad y que adora su legión de seguidores (sólo en Twitter están atentas a sus andanzas dos millones de personas). Sin olvidar que sabe elegir muy bien a que árbol se arrima, ya sean empresas o amistades, para estar siempre en el candelero, como ocurrió con su 'affair' con el futbolista Cristiano Ronaldo.
Lo lleva en los genes y por eso no duda en generar polémica siempre que puede y hasta dar ese puntito caliente a sus anuncios y promociones, que no dejan a nadie indiferente, según detallan los expertos. Sus cifras lo dicen todo: sólo entre 2005 y 2006 ganó más de 5 millones de euros por sus películas, sus perfumes, sus discos y su trabajo como modelo. Desde entonces no ha parado de hacer dinero con cada una de sus apariciones. Y avisa a navegantes: «De momento no, pero quizá algún día llegue yo a ser presidenta».
Fuentes:www.larioja.com
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